Prohibido en Inglaterra desde finales de los ´70 pero aún desconocido a gran escala, aquellos eran tiempos ideales para que llegaran a las islas partidas de MDMA de primera calidad, puro y con todas sus propiedades intactas. Cuando el fenómeno rave creció a una escala mayor, ya en el 89 y 1990, con las grandes fiestas para miles de personas en la campiña, lo que puede llamarse «cultura del éxtasis» estaba en su mejor e irrepetible fase: una multitud experimentaba colectivamente la primera etapa de la droga, la de la felicidad. No en vano, el lema raver por excelencia es PLUR: «Peace, Love, Unity & Respect».
El éxtasis funciona en el sistema nervioso liberando neurotransmisores como la serotonina, que afectan principalmente a la comunicación y al sentimiento, crean lo que ya hemos llamado empatía, una especie de conexión afectiva con el prójimo, y también potencian el sentimiento de bienestar con uno mismo, a modo de antidepresivo. En la primera fase de su consumo, cuando las reservas de serotonina son abundantes en el cerebro, el individuo se siente como viviendo una luna de miel. Al cabo del tiempo, la sensación de felicidad extasiante disminuye para nunca más volver, y en algunos casos la obsesión por recuperar el efecto de la primera vez, irrepetible, por una simple mecánica fisiológica, impulsa al raver a incrementar la dosis imprudentemente, con lo que a la larga comienza a hipotecar su felicidad futura.
Extracto de Javier Blanquez de la revista Cañamo, especial Música y drogas. Revista Cañamo.
Te lo contó el Jio en ese rato: 19 de Marzo 2004 a las 03:02 PM
| TrackBackQué momentos aquellos..las primeras experiencias con esta grata sustancia, irrepetibles x)
Cojonudo Especial el de Música y Drogas de este año, un trabajo muy currado.
Salud0s
tu primer porro, chispas..
la putada es que como luego ha habido tantos ese se olvida
Con mucho control es sin duda, una de las mejores sustancias q existen. Lo afirmo desde la información de muchos mediosy estudios, así como desde mi abundante y gratificante experiencia personal.