Tapo.
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Que gran gigante estruendo produciríamos si todas las palabras del mundo las hicieramos estallar en una monumental salida de sonidos. Como si todos los chinos saltaran todos a la vez a la pata coja, que como se pongan un día todos de acuerdo... ale! todos a «hacel lollitos de plimavela».
Y todos los ruidos del mundo en un efímero instante imaginado, producidos en un sólo segundo por todas las gargantas vivas del planeta. Sería un ruido tal que la titánica construcción llegaría al sol.
Si además de juntar todas las palabras pronunciadas en ese momento y añadieramos todas las pasadas y las futuras podría ser el fin. Quizá llegaríamos al caos.
Seguro que los pobres grillos se quedarían sordos. Quizá sería el fin del mundo.
Si el instante fuera silencio, ¿habría orden? Nada.
Mundo muerto. Mundo en paz. Nada.
Lo que deberíamos hacer es hablar menos y más bajo. Y escribir un poco más, pero las palabras ya están todas escritas y podemos caer en la redundancia y de este paso al tedio. Palabras usadas. Combinaciones de pesadillas. Combinaciones malas.
«A lo mejor un millar de gatos deberían soñar entre ellos para volver al antiguo orden». Espero que no.
Mis felicitaciones: Anteriores.
Te lo contó el Jio en ese rato: 5 de Marzo 2004 a las 01:47 AM
| TrackBackhablar menos? se intentará pero es complicado...
que todas las palabras están escritas? cierto es pero por lo menos podemos jugar a desordenarlas ya a ver qué sale.
hablar es genial...y escribir ni te cuento!