Bueno, hoy les voy a contar una de mis historietas, aunque ya he metido alguna cosa mía por aquí, todavía no había escrito ningun cuento mio, y como esto está para hacer y contar lo que nos apetezca pues aquí lo publico y hoy es tan buen día como cuando lo escribí hace un par de añitos (además use papel y boli que para muchas otras cosas lo estoy perdiendo y es que no es lo mismo una pantalla en blanco que una bonita hoja sin nada impreso en ella). A Tote ya me lo han leído unos cuantos, además lo publique en un pequeño experimento que también hice en web hace ya más de un año, pero antes de conocer los blogs y decidirme a hacer uno de ellos. Así que como mi primer cuento en el blog les presento a Tote, amiga mia, ex-jugador del Valladolid y multiaventurero paranoico en mi cabeza.
Desde aquí, aunque no sé si me leerá: muchas gracias a "Fucsia" amiga mia que si me lee sabrá que es ella (superguapa y glamurosa donde las haya) que siempre me ha animado en estas "tonterias".....
El cuento no es largo pero tendrás que pinchar para seguir leyendo si tienes interés, sino simplemente espera al siguiente post y les contaré alguna morchonada..... (hoy no hay ba)......
TOTE ESCRIBE UN CUENTO
Era una situación muy incómoda, lo había preparado todo como 
   siempre y en cualquier otro escenario.
   Estaba solo y se enfrentaba a la temida hoja en blanco.
   TODO, lo tenía todo en su cabeza, existía la vida en su cabeza, 
   podía cocinar pianos en su imaginación con tantos guisos que asustarían 
   a cualquier gourmet.
   NADA, no podía escribir, se bloqueaba y ese horror al vacío que 
   había leído en tantos sitios y por tantos autores es lo único 
   que le venía a la cabeza.
   No le salían las palabras, no tenía guión, en realidad 
   no tenía nada que escribir. Nada que contar. Era así de sencillo.
   Silencio y página en blanco, así de simple.
   Era un escritor de pacotilla; nada que contar al mundo.
   Pero deseaba tanto ser escritor...
   Únicamente vivía de ilusiones, la literatura era un juego en el 
   que no participaba.
   Decidió bajar al bar a ver si se encontraba algún colega y poder 
   fumar un poco.
   De camino se fue entreteniendo en contar a la gente que llevaba collar y extrañamente, 
   esta vez, ganaban las mujeres.
   La ciudad olía a rancio ese día, como muchos otros, of course.
   Daba gusto cuando llegaba el finde (el fin de semana) y se iba al pueblo y podía 
   oler la panadería, o podía oir el río y no está 
   cinta de mierda que había cogido de su casa, Tricky o algo así 
   se llamaba el que daba gritos por los auriculares.
   Bueno, daba igual, ya estaba llegando al «Buenasombra».
   Nada más entrar ese cambio de presión y ese ambiente que se podía 
   cortar con un cuchillo, y ese olor.... mmmmMMmm.
   El bar ya lo tenía pegado en toda su totalidad. Y de fondo un agradable 
   jazz progresivo....
   Sus ojos descubrieron a Luis.
   -¿Qué tal Luis, ya has funcionado?
   -Nada Tote, pero me sigue quedando de lo de la semana pasada.
   Le extendio la mano desde el sillón en el que estaba sentado con un cigarrillo 
   liado.
   Tote lo cogió y poniéndose a fumar se dirigió a la barra.
   -Marisa, ponme un cortado con hielo cuando puedas.
   -¡Ba!
   Se lo deja en la barra, pero no se escapa del típico comentario de Tote.
   -"Confiesa en ser lo que fuiste.
   Tú serás lo que eras: tú.
   Te encontrarás si te buscas
   porque nada acaba en u".
   -Anda, toma chaval, tu cortado, que se te va la pinza un güebo, menos porros 
   y más tubos de escape.
   Si, realmente Tote decía lo mismo que todo el mundo pero a veces de forma 
   un poco más rara o citando algo que le hubiera emocionado, nada más, 
   eso si Salinas es Pedro Salinas.
   Se acercó con el cortado con hielo al sillón donde estaban sus 
   amigos.
   -Anda, hazme un sitio Luis, ¿qué tal Antonio, Pablo?
   -Ya ves.
   Tote observó a Antonio; camiseta ancha y pantalones gastados, como siempre. 
   Y ese pelo con mechas rojas. Bueno.
   Luis, a su lado, algo parecido, lo que tampoco se diferenciaba tanto de cómo 
   iba él mismo vestido.
   Ahora Antonio era el que se estaba liando el cigarrillo y por los ojos enrojecidos 
   que mostraba ya llevaba unos cuantos, al menos eso parecía ya que Luis 
   era de los que enseguida le cambiaba el color de los ojos a rojo.
   -¿Qué Tote, sigues pensando en ese libro que nunca llega?
   -Claro tío-. Mintió Tote, la única literatura real que 
   había hecho fue para ligarse a su novia Beatriz y realmente fue una glosa 
   silenciosa de Bécquer. Sus amigos, no entendían nunca nada.
   -¿Y de qué trata o de qué va...?- Intercedió Pablo.
   —De nada en concreto y de todo a la vez... Por supuesto vosotros aparecéis...
   No sabe porque dijo eso ya que en cuanto pronunció el verbo no necesitaba 
   los complementos para saber que ya había suscitado la curiosidad de los 
   otros dos.
   En ese momento entraba Andrea.
   -¿De verdad?- Preguntó Luis; -¿Y salimos nosotr...?
   -Deja hueco para Andrea-. Le cortó Tote.
   -¿Andrea? Llega más tarde, nos ha llamado antes...
   -No, acaba de entrar.
   -Pero tío, si desde aquí no se ve la entrada del garito...
   -¡Hola chicos! ¿Cómo va?
   Luis se quedó algo bocas, estupefacto.
   A Tote, a pesar de haber dicho que entraba Andrea, se le hizo muy raro, a veces 
   tenía premoniciones pero del estilo de la gente, jugando a adivinar.
   Pero esto fue distinto, fue certeza.
   -¿Qué tal Andrea? Tote nos estaba contando que en su novela aparecemos 
   nosotros.
   Luis dijo la palabra novela en un tono muy sarcástico, que traducido 
   decía en realidad,; no me creo que estés escribiendo nada tío, 
   siempre has sido un jodido farsante y nunca dejarás de salir del puto 
   taller de tu viejo.
   -Ya, y aparecemos trapicheando, fumando porros y follando con suecas.
   Tote sabía que diría eso, era una sensación deja vú, 
   relato literario, recuerdo del eterno retorno nitzscheniano que se supone que 
   no debía recordarse igual que explicaba Azorín.
   -No tíos, no follais con suecas, sois maricones y os metéis mucha 
   cocaina que es lo que triunfa ahora, en las novelas, en la televisión 
   y en el cine.
   De pronto Tote sabía la reacción de su amigo con absoluta seguridad.
   -Y una mierda tío, entonces no somos nosotros, son sólo nuestros 
   nombres y tu estás escribiendo un jodido libro de maricones viciosos. 
   
   A Tote se la sudaba los maricones, realmente conocía a alguno y simplemente 
   eran homosexuales pero socialmente quedaba reductos despectivos con tintes hipócritas 
   legislativos, claro desde que el hombre es hombre y tiene que procrear con la 
   mujer pero eliminando la necesidad de la sucesión se podía volver 
   a la homosexualidad destapada como en la época romana, por lo menos al 
   que le molara, ¿no? Él tenía a su Beatriz, vive y deja 
   vivir. 
   Sin embargo Tote pensó algo distinto en boca de Luis y que sería 
   divertido oírle decir algo sobre pianos.
   -Por mi como si cocinas pianos. Dijo Luis pasándole el canuto del que 
   ya había fumado Pablo.¿QUÉ? ¿Esto lo había 
   pensado o lo había escrito? Los pianos sólo se cocinaban en su 
   cabeza.
   -¿Qué has dicho Luis?
   -Pianos, tío, todos somos poetas en nuestra cabeza, a mi siempre me ha 
   gustado hacer ensaladas de instrumentos musicales pero el piano siempre cocinado, 
   guisado a fuego lento con estúpidas margaritas adornándolo...
   Andrea se rió estúpidamente.
   NO, Andrea no se rió estúpidamente y comentó; -Toda combinación 
   léxica se puede convertir en tu juego literario, la imagen tiene que 
   llegar a tu cabeza, conviértete en tu sueño y negando a Dios te 
   quedarás a su lado.
   Tote fumo una calada muuuuUuuUuuuy larga.
   Andrea era morena pero que guapa sería si fuera rubia.
   No, Andrea era rubia desde siempre, ¿por qué había pensado 
   en ella cómo si fuera morena e imaginársela rubia?
   De pronto vio su ensoñación y conectó con la misma idea 
   calderoniana llevada al teatro.
   No puede ser.
   Nada es real.
   De repente, Tote, se volvió a ver en su cuarto escuchando música 
   y escribiendo sobre TODO.
   Sobre TODO y NADA.
   Rosa Fucsia.
   Lo había olvidado, el propio acto de creación suscita la vida.
   Tote trató de controlar algo que sólo empezaba a intuir.
   -¿Soy yo realmente y es mi mundo o la realidad exterior es mi realidad 
   interior?
   ¡Por fin me quijotize, por fin me convertí en literatura!
   ¡Claro, todo quedaba claro!
   -Bueno tíos, me tengo que ir corriendo a casa a ....
   Bueno, que coño os tengo que contar a vosotros si sois...
   Se fue a casa corriendo en busca de papel y bolígrafo, ya no notaba el 
   olor rancio de la ciudad, su cabeza bullía de filosofía, que sencillo 
   lo veía todo nuevamente.
   Tote por fin tenía ese argumento.
   Ya en casa se tranquilizó, se fumó un cigarrillo, encendió 
   la música y se dispuso a escribir por millonésima vez.
   NADA.
   TODO, lo tenía todo en su cabeza, existía la vida en su cabeza, 
   podía llegar a cocinar pianos.
   Nada, no podía escribir nada coherente y de nuevo le envuelve la hoja 
   en blanco tragándose la vida.
   Suena la melodía de Popeye el marino en su movil.
   -¿Si?
   -Soy Pablo, ¿qué, te vienes a fumar unos petas al Buenasombra, 
   qué estás haciendo?
   -NADA, escribir, claro, tío que voy yendo para allá, oye, por 
   cierto, a mí no me queda nada...
   -Pues a ver, nosotros tenemos de la semana pasada...____________
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Silencio y página en blanco.
FIRMADO: ANTERIORES
Te lo contó el Jio en ese rato: 14 de Enero 2004 a las 02:40 PM
Que te quiero mucho, Emi.
Que nunca dejas de sorprenderme, y que...
me encanta la gente que me sorprende, por eso me encantas tú.
Gracias emilio... por este homenaje colectivo a la creatividad
.... ssssscht, que soy el jio.... (o emi?).... esto me va a provocar nuevos desórdenes mentales....
...seguro que no, Jio...tienes la cabeza muy bien puesta y tú lo sabes...
de ''de parte de la princesa muerta''
 pero hay frases que siento mas mias en los libros q las mias propias.